El Jardín Japonés de Palermo pertenece al estilo denominado “ de paseo y recreación”(KAI-RO- EN). En él prevalecen la asimetría y las líneas curvas. Originado en una forma de vida, influenciada por la visión universal del ZEN y la ideología sintoísta de lo sobrenatural, siempre se encuentra el equilibrio entre el rasgo fuerte y el amplio vacío. Para su construcción se utilizaron materiales rústicos y se respetaron las formas originales o naturales.
Este hermoso espacio es el más importante en cuanto a sus dimensiones, con respecto a los demás jardines del mismo estilo situados en diferentes partes del mundo. Su superficie irregular presenta las siguientes dimensiones: 150m de frente, 70m de fondo y los laterales izquierdo y derecho, 200 y 250m, respectivamente.
Todo se conjuga para lograr la armonía necesaria y transmitir una atmósfera de paz y recogimiento, combinado simbolismo, paisaje natural y elementos básicos de la naturaleza, tales como el agua, las piedras y las plantas, los más representativos.
DATOS:
ü El agua: Es el elemento fundamental en la naturaleza; representa una fuente de vida y es símbolo de riqueza( en alusión a las riquezas que posee el mar.)
ü Las piedras: Elemento básico en la composición de los jardines japoneses, ya que perdura a través del tiempo, sin ningún tipo de mantenimiento y, además se asocia a las piedras simbólicamente con la eternidad. Así, cada vez que se incorporaba una piedra a un jardín, se realizaba una ceremonia.
Las piedras tienen valor por las formas curiosas que adquieren por efecto de la erosión natural( agua, viento, tiempo) y por la textura que adquieren, sobre todo cuando están mojadas.
ü Los faroles de piedra, generalmente se construyen de granito, para dar impresión de sobriedad, refinamiento y antigüedad, y por ser este material, fácil de tallar. Antiguamente, éstos se utilizaban como lámparas votivas, en la entrada de los templos budistas y sintoístas. En los jardines se los ubicaba cerca de los senderos que conducían al templo; por eso se decía que iluminaban el camino hacia donde el Dios habitaba, hacia el paraíso, como guías en el camino dela vida. Hoy son un símbolo de “Bienvenida”.
ü Farolitos de madera: Fueron realizados por un artesano heredero de este oficio de más de tres generaciones de antigüedad, además de su secreto: no poseen clavos ni tornillos.
ü La Piedra Fundamental: El 15 de mayo de 1967 visitó la Argentina, el príncipe heredero, AKIHITO y la princesa MICHIKO( actuales emperadores). En conmemoración a esta visita, se colocó en la antigua Plaza Japón, una placa donada por la entonces, Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, sobre una piedra, que es considerada como base fundamental del Jardín Japonés.
ü Glorieta y Muelle: Una forma de practicar el culto en el sintoísmo y en el budismo ZEN, es para los japoneses realizar, aunque más no sea una vez al año, durante la semana de la luna llena del mes de agosto, un examen de conciencia, meditando sobre lo positivo y lo negativo, renovando al ser( porque en Japón esta semana es el momento en que la luna se encuentra más cerca de la tierra).
El sitio de meditación para el hombre es el muelle; allí se sienta con las piernas hacia el agua, donde se refleja el “plenilunio”. La mujer, en cambio, lo hace bajo la glorieta.
El muelle o “puente truncado” representa, además, la vida sobre la tierra. El corte del puente simboliza la muerte, que no es más que el comienzo de otra vida en el más allá, simbolizado en otra pequeña isla.
Opinión Personal de la visita:
Es un lugar muy interesante y atractivo. En lo personal, me parece chico. Al recorrerlo en su totalidad, te quedás con las ganas “de ver más.”
Un espacio para pasar el día y disfrutar del placer que nos brinda la naturaleza; un lugar realmente reconfortante, excelente para despejar la mente y renovar energías. “Un oasis en medio de la ciudad.”
Este hermoso espacio es el más importante en cuanto a sus dimensiones, con respecto a los demás jardines del mismo estilo situados en diferentes partes del mundo. Su superficie irregular presenta las siguientes dimensiones: 150m de frente, 70m de fondo y los laterales izquierdo y derecho, 200 y 250m, respectivamente.
Todo se conjuga para lograr la armonía necesaria y transmitir una atmósfera de paz y recogimiento, combinado simbolismo, paisaje natural y elementos básicos de la naturaleza, tales como el agua, las piedras y las plantas, los más representativos.
DATOS:
ü El agua: Es el elemento fundamental en la naturaleza; representa una fuente de vida y es símbolo de riqueza( en alusión a las riquezas que posee el mar.)
ü Las piedras: Elemento básico en la composición de los jardines japoneses, ya que perdura a través del tiempo, sin ningún tipo de mantenimiento y, además se asocia a las piedras simbólicamente con la eternidad. Así, cada vez que se incorporaba una piedra a un jardín, se realizaba una ceremonia.
Las piedras tienen valor por las formas curiosas que adquieren por efecto de la erosión natural( agua, viento, tiempo) y por la textura que adquieren, sobre todo cuando están mojadas.
ü Los faroles de piedra, generalmente se construyen de granito, para dar impresión de sobriedad, refinamiento y antigüedad, y por ser este material, fácil de tallar. Antiguamente, éstos se utilizaban como lámparas votivas, en la entrada de los templos budistas y sintoístas. En los jardines se los ubicaba cerca de los senderos que conducían al templo; por eso se decía que iluminaban el camino hacia donde el Dios habitaba, hacia el paraíso, como guías en el camino dela vida. Hoy son un símbolo de “Bienvenida”.
ü Farolitos de madera: Fueron realizados por un artesano heredero de este oficio de más de tres generaciones de antigüedad, además de su secreto: no poseen clavos ni tornillos.
ü La Piedra Fundamental: El 15 de mayo de 1967 visitó la Argentina, el príncipe heredero, AKIHITO y la princesa MICHIKO( actuales emperadores). En conmemoración a esta visita, se colocó en la antigua Plaza Japón, una placa donada por la entonces, Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, sobre una piedra, que es considerada como base fundamental del Jardín Japonés.
ü Glorieta y Muelle: Una forma de practicar el culto en el sintoísmo y en el budismo ZEN, es para los japoneses realizar, aunque más no sea una vez al año, durante la semana de la luna llena del mes de agosto, un examen de conciencia, meditando sobre lo positivo y lo negativo, renovando al ser( porque en Japón esta semana es el momento en que la luna se encuentra más cerca de la tierra).
El sitio de meditación para el hombre es el muelle; allí se sienta con las piernas hacia el agua, donde se refleja el “plenilunio”. La mujer, en cambio, lo hace bajo la glorieta.
El muelle o “puente truncado” representa, además, la vida sobre la tierra. El corte del puente simboliza la muerte, que no es más que el comienzo de otra vida en el más allá, simbolizado en otra pequeña isla.
Opinión Personal de la visita:
Es un lugar muy interesante y atractivo. En lo personal, me parece chico. Al recorrerlo en su totalidad, te quedás con las ganas “de ver más.”
Un espacio para pasar el día y disfrutar del placer que nos brinda la naturaleza; un lugar realmente reconfortante, excelente para despejar la mente y renovar energías. “Un oasis en medio de la ciudad.”
Dalí Sanguine
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