martes, 30 de octubre de 2007

Semana de la Botánica

El cariño hacia la escuela es inevitable, es tan diferente… A veces es como una casa, donde cada integrante cumple su rol, cada curso es distinto. Los profesores de la especialidad que unifican a la escuela en cada actividad. Hacen que ella sea un nido ordenado. Si hay una necesidad, cualquiera puede ayudar. La semana de la Botánica es un ejemplo de ello. Se organiza con mucha antelación y se realiza con mucha organización y dedicación. Ambos equipos, profesores y alumnos actuando juntos, yendo en línea recta y sin roces, lejos de las aulas. Se pone en práctica lo aprendido en teoría y se aprende lo no aprendido en clases. Es una forma muy rápida de aprender viendo y haciendo, paralelamente. Nadie quiere destruir lo hecho, todos quieren que perdure. Pero lamentablemente las plantas están bajo arena y no tierra, en sus envases. Es más fácil desarmar que armar, por lo tanto al poco tiempo todo vuelve a su orden, salvo algunas excepciones. Pero el proceso vale la pena, mueve a la escuela, la cambia y la reagrupa. Cada cual toma sus conclusiones, si tiene la cabeza puesta en ello. Si no, es un evento más. Aún así no todo está terminado, obviamente. El jardín sigue intacto, el vivero con vida y el frente presentable. Solo bajan las revoluciones, pero todo sigue su ciclo. Las tareas normales son nuevamente ocupación de los cursos respectivos.Y eso es solo un momento de descanso, para la realización de la Semana de la Botánica del año siguiente.
Sebastián Peña

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